Un refugio silencioso donde la arquitectura susurra al paisaje.
CONCEPTO | POESÍA ENTRE ROCAS
Para esta pareja, volver a sus raíces fue un acto de memoria y calma. “La Soñada” emerge en las sierras como tres rocas esculpidas en el terreno, entrelazándose con los árboles nativos y unidas por un eje de luz y transparencia.
Cada espacio es un gesto de elegancia discreta, siempre en diálogo con el paisaje. La plaza-mirador se curva alrededor de un olivo, epicentro social bajo su copa protectora, mientras el living-comedor, suspendido en el entorno, acoge grandes reuniones familiares y sigue los atardeceres del noroeste.
TÉCNICA | ESENCIA PURA
Implantación: 380 m² habitables en 2500 m² de terreno, tejiendo la arquitectura entre árboles y rocas sin alterar la geografía.
Volumetría: Tres prismas interconectados (áreas social, estudio, dormitorios, dormitorio principal y atelier) que respetan el ritmo orgánico del bosque.
Sustentabilidad: Captación de agua de lluvia, paneles solares y vegetación autóctona como regulador térmico.
Materialidad: Piedra local, chapa negra y madera natural —durabilidad sin artificios.
Espacios clave: Pileta-balcón en el punto más alto, plaza-mirador con árbol centinela y sendero serpenteante que sigue el ritmo del bosque.
EL LENGUAJE SILENCIOSO
No hay marcas, solo huellas: la artesanía de lo perdurable y la exclusividad de lo invisible. Una arquitectura que no compite con el paisaje, sino que se funde en él, como un susurro que se pierde en el viento de las sierras.